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Pardo, con Scotchgard

"Los gobiernos que no tienen limitaciones reales a su poder acaban siempre siendo sobornables y codiciosos." Esta frase fue tomada de este artículo del periódico argentino "La Nación" donde se habla del futuro del partido comunista de China. Sin embargo no fue sino leerla y aplicarla de inmediato a la realidad nacional colombiana. Los posibles opositores del gobierno en curso no van más allá de ser un recuerdo basado en pergaminos históricos. El otrora "glorioso" partido conservador se ha diluido casi hasta la extinción a punta de favores políticos y ausencia de jóvenes de empuje. El liberal trata de reponerse de daños autoinflingidos y actualmente está en poca capacidad de reaccionar efectivamente, especialmente porque cualquier opinión que exprese es vista como revancha contra el gobierno actual. No es así de cierto pero a eso hemos llegado.

Aunque realmente no podemos hablar de partido de gobierno. Muy bien lo expresó Financial Times cuando decía que la atracción es la de un solo caudillo pero sin un respaldo partidista ni de programas, lo cual es causa de incertidumbre y aumenta la calificación de riesgo para Colombia. Como dice el artículo del periódico argentino, estos gobiernos hegemónicos no tienen incentivos para reconstruirse y caen víctimas de sus propios errores. El desliz de esa famosa rueda de prensa por parte del a veces imprudente Juan Manuel Santos va a ir más lejos de lo que el presidente creyó y me atrevo a afirmar que le va a restar una gran cantidad de votos. Si la acusación hubiera sido hacia Horacio Serpa, el país hubiera considerado la posibilidad que fuera cierta sin hacer demasiadas preguntas. Al fin y al cabo fue él quien dijo que seguiría el modelo Bolivariano de Hugo Chávez y los colombianos somos muy dados a atar cabos precipitadamente.

Pero el gobierno no le teme a Serpa sino a Pardo. Sabe que en un hipotético caso de segunda vuelta contra Rafael Pardo las cosas no serían tan fáciles como lo serían con Serpa. Por eso empieza a desprestigiarlo pero de una manera tan torpe que puede ser su propia perdición. Pardo tiene un blindaje más fuerte contra este tipo de acusaciones que cualquier otro político en contienda. Por eso, de ser ciertas las afirmaciones, el gobierno debió haber sido cauteloso en extremo antes de divulgarlas porque se necesitarían pruebas contundentes y un fallo judicial antes de enlodar una imagen de honestidad como ningún candidato o precandidato tiene.

Pardo parece estar cubierto de Scotchgard®, esa película invisible que protegía los tapetes contra cualquier derrame. Le lanzan la inmundicia pero ella no lo toca. Un simple trapo (¿rojo?) y su imagen vuelve a estar limpia. Pero quienes le lanzaron esa mugre se salpicaron al lanzarla de manera tan infantil, y no tienen cómo librase de ella.

Comentarios

Anónimo dijo…
me parece muy parcial en sus comentarios , a que se refiere como blindaje de pardo?? , acaso no recuerda sus pasadas intervenciones e investigaciones , las cuales como costumbre en colombia , fueron archivadas , creo que no existe honestidad en ningun bando , pero espero que su blog tenga algo de equilibrio en su informacion,