El 9 de enero pasdo escribí algo sobre cómo los amigos nos abren las puertas (Los caminos y las puertas http://enmediodelruido.blogspot.com/2006/01/los-caminos-y-las-puertas.html) y sólo hace poco me di cuenta que me estaba refiriendo ni más ni menos que a las influencias y "palancas". Lo entendí cuando un amigo de la casa con todos los pergaminos para ingresar a Avianca en uno de sus últimos procesos de selección, no fue escogido a pesar de ser notoriamente superior a muchos otros. La razón de esa exclusión fue la última etapa del proceso, la que no se basa en las aptitudes y capacidades sino, cuando todos los preseleccionados son suficientemente aptos, en las influencias y conocidos que tenga cada uno.
Pues nuestro amigo es piloto en Estados Unidos, es instructor de vuelo, tiene la licencia de FAA y tiene bastantes horas de vuelo. No creo que haya muchos en Colombia con ese perfil. Y fue descartado en la última fase.
Pues los amigos nos abren las puertas o la ausencia de ellos nos las cierra. Había escrito la entrada del 9 de enero con algo de romanticismo e idealismo. Hoy tengo que cambiar al pragmatismo de nuestra realidad. Hay que buscar algunas influencias en la Aerolínea para que en un futuro, además de sus capacidades, haya algo de ayuda "divina" al final del túnel.
Al menos las influencias llegan al final cuando todos los escogidos nos pueden conducir de un lugar a otro con seguridad, en el momento en que decidamos volar en esa empresa. No como en el gobierno donde primero están las palancas, garantizando que no habrá nadie idóneo en esos cargos.
Pues nuestro amigo es piloto en Estados Unidos, es instructor de vuelo, tiene la licencia de FAA y tiene bastantes horas de vuelo. No creo que haya muchos en Colombia con ese perfil. Y fue descartado en la última fase.
Pues los amigos nos abren las puertas o la ausencia de ellos nos las cierra. Había escrito la entrada del 9 de enero con algo de romanticismo e idealismo. Hoy tengo que cambiar al pragmatismo de nuestra realidad. Hay que buscar algunas influencias en la Aerolínea para que en un futuro, además de sus capacidades, haya algo de ayuda "divina" al final del túnel.
Al menos las influencias llegan al final cuando todos los escogidos nos pueden conducir de un lugar a otro con seguridad, en el momento en que decidamos volar en esa empresa. No como en el gobierno donde primero están las palancas, garantizando que no habrá nadie idóneo en esos cargos.
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