Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2018

Tres cuentos cortos, 2006

I Tarde descubrieron los reyes magos que la famosa señal divina en el horizonte no era otra cosa que una artimaña ordenada por Herodes para alejarlos de la escena del crimen. II No habían notado los tres viajeros del oriente cuánto habían cambiado los tiempos hasta que en uno de sus viajes anuales a Belén se encontraron con un funcionario de aduana, ateo, que decomisó el incienso y la mirra. Adujo que eran materiales de origen vegetal proveniente de especies en vías de extinción. Gaspar y Baltasar fueron autorizados a seguir sin su cargamento. Prefirieron no continuar hasta que el dedicado funcionario quedara satisfecho con la explicación sobre el origen lícito del oro que portaba Melchor en sus valijas;   hasta que se convenciera que no se trataba de la utilidad de un tráfico de sustancias prohibidas por Roma, ni de contrabando ni del robo de un museo. El funcionario es bastante testarudo y la discusión prosigue. III* Baltasar había alistado su celular

Nos volvemos nuestros padres

Los que crecimos en familias numerosas, especialmente los últimos hijos, pensábamos ¿por qué mi mamá tiene tantas cosas viejas en la casa? Hoy me puse a pensar que mis ollas tienen 14 años, mi apartamento 20, los muebles (remplazados cuando estuve casado) tienen 9. Mi mueble para los CDs tiene 19 o 20 años, uno de los baúles era de mi papá  tendrá cerca de 70 años, el otro tiene como 15. La caja de herramientas debe tener unos 20 años, dentro hay un rollo de hilo de nylon casi completo que puede durar otros 40. Tengo la hachuela de mi bisabuelo que debe tener 100 años y la cual era un tesoro para mi mamá. Nos volvemos como los papás, nos llenamos de elementos que se van llenando de recuerdos y apegos pero no tenemos el dinero ni el interés de andar cambiándolos cada 5 años. Los muebles de nuestras casas generan en los jóvenes la repulsión que sentíamos por los de las casas de los abuelos o de los vecinos. Siempre odié los muebles estilo Luis XV, me parecían incómodos. Pienso que