La primera vez que vi el nombre de Bradbury fue en un libro de Crónicas Marcianas que tenía mi hermano en nuestra biblioteca pero imaginé que era uno más de esos libros raros que el acostumbraba tener sobre el triángulo de las Bermudas, las pirámides y vainas raras de esas. Eso fue como a mis doce años. Después de leer las Crónicas me di cuenta que no había estado tan equivocado en mi prejuicio de pre adolescente.
El primer contacto verdadero fue cuando era cuentacuentos (cuenteros los llamamos en Colombia) durante mis estudios de Farmacia en la universidad. Una cuentera bogotana llamada Carolina Rueda había montado un espectáculo con cuentos de El Hombre Ilustrado y allí oí por primera vez "La Sabana" (ya antes había escrito en este blog lo importante que ha sido para mi oir cuentos contados antes que leerlos). Luego me encontré un libro que mi hermano se había tomado prestado de un compañero de trabajo en el que recopilaban historias que habían sido la fuente para películas de cine y encontré "La sirena en la niebla". Me enamoré. Conservo aún la fotocopia de esas páginas, las que quise ensayar para mi labor de cuentacuentos y nunca logré darle la forma que se merecía. Años después lo encontré en inglés y de vez en cuando releo cualquiera de esas dos ediciones y me emociono como la primera. Ese libro en inglés donde está es una auto-antología en la que Bradbury selecciona los que el considera sus mejores cuentos. Al menos no estaba tan desatinado en gustos. La Sirena fue la base para la película "El monstruo de tiempos remotos" que inició una serie de películas sobre dinosaurios que atacan las ciudades como Godzilla.
Después, el que ahora es mi mejor amigo me prestó Fahrenheit 451 y al terminarlo quise ser como los disidentes de la novela, el poseedor de un libro completo en mi memoria. Ese libro se llama "La Historia interminable" de Michael Ende, pero eso es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión. Luego vinieron las Ferias del Libro de Bogotá y allí compraba a veces algunos de sus libros; tenía dos pendientes desde hace un par de años, fueron los que me dediqué a leer en estos días. En ellos encontré el Bradbury que me encanta especialmente en el segundo libro llamado "Fantasmas de lo nuevo", aunque su verdadero título en inglés es el nombre de otro cuento llamado "Canto el cuerpo eléctrico". En ese libro me encontré un cuento que me recordó uno de mis primeros escritos, un minicuento que hablaba de cuando las casas tomaron vida y se rebelaron contra los humanos. Es que Bradbury tiene uno de una casa que está viva y aunque mi relato no llega ni el más infimo punto del suyo, el tema evidentemente me trajo a la memoria el periódico en el que lo publiqué en mi facultad: El Antídoto. Tenía la ventaja que yo era el editor con mi gran amiga Janeth.
En ese mismo libro encontré un cuento que me recordó uno de los que más me ha impactado, del mismo Bradbury, porque tienen el mismo tema. Un hombre que se encuentra aparentemente solo en Marte sin posibilidad de volver en cohete a la Tierra cuando inesperadamente suena un teléfono. Me da escalofrío de nuevo al escribirlo. Resultaron ser personajes diferentes en épocas diferentes. Revisando las crónicas Marcianas, el libro donde estaba el otro cuento de este mismo tema me di cuenta que de acuerdo con la cronología que el autor utiliza, el protagonista se encuentra aislado en Marte justo en este instante, porque la fecha que tiene ese capítulo es diciembre de 2005. Para ese (este) momento ya debíamos haber conquistado Marte, construido ciudades sobre él y haberlo abandonado porque la guerra nuclear estalló en la tierra y todos los exiliados volvieron. Bueno, no todos como ya vimos.
Me encantan los cuentos fantásticos y con Bradbury me deleito mucho. Mi esposa ya ha definido los finales abiertos típicos de la literatura fantástica moderna como "finales estilo Ray Bradbury". No siempre es cierto que sea así pero ella ha asociado esos cuentos en que uno se queda preguntando si terminaron o no, con los escritos de este autor.
Aún me falta mucho por leer de él. No quise mirar ninguna biografía en internet antes de escribir esta entrada porque quería presentarles a mi amigo Ray Bradbury, el que también lo es de varios de ustedes. Sé que sigue vivo y escribiendo y por lo que veo hay muchos fanáticos suyos regados por la tierra.
Comentarios
¿Te iniciaste coom cuentacuentos con el cubano Francisco Garzón Céspedes?... yo hice el taller con él.
Léete Dune... no la podrás soltar.
Yo casi no he leído a Bradbury. Pero admiro mucho los pocos cuentos que le conozco. Debería leer completo Cronicas Marcianas... pero mi problema es el tiempo. Mantengo tantas lecturas pendientes y en cierto modo obligatorias debido a mi trabajo...
Yo tampoco duré mucho, no más de tres años. Precisamente ayer me enconté con uno de mis colegas en los cuentos y me habló que ya no es lo mismo. En la eterna discusión sobre cuándo es chiste y cuándo es cuento parece que ganaron los primeros y el nivel ha bajado aparentemente mucho.
Álvaro, gracias por los halagos. Hago mi mejor esfuerzo para que los textos sean interesantes para los lectores así sean muy personales.
Jorge... somos dos. Yo tampoco me puedo acordar de nada de lo que escribo. Un versito si acaso.
el de la sirena creo que es uno de mis cuentos favoritos
Bradbury es uno de mis escritores más preciados. Con sus cuentos tan intensos, sus imágenes poéticas en armonía y fuerza.
El gran RAY.
Así , una sabe que la existencia es placentera cuando se lee por ejemplo los cuentos y novelas del gran Ray.
Un muy cálido salute.