Mis más antiguos recuerdos musicales confunden las influencias de la música colombiana de la región andina con las de la Fania. Claramente hay recuerdos anteriores: la música infantil de Libertad Lamarque, los pasodobles sangrientos de los paseos, la música de las películas de Walt Disney y en diciembre los villancicos. Pero esos que mencionaba al comienzo son míos porque fue a partir de esa época que podía usar el equipo de sonido de mi hermano Julián cuando él viajaba. La radiola Phillips de la casa ya no era sino un cascarón sobre el cual dormía su siesta una que otra tarde nuestra gata Duquesa.
Buena parte de mi herencia musical viene de los discos que los laboratorios regalaban a mi papá; era médico. Bayer regalaba por ejemplo música clásica, los discos de música clásica eran por cortesía de Líster o de una medicamento llamado hemocyton. En esa misma época llegaron a mi casa, por otros caminos, Rubén Blades y Willie Colón, Héctor Lavoe y varios de las estrellas de la Fania. Creo que no hace falta aclarar que era la época de los acetatos. Cuando Julián llegó de su viaje a Suecia en 1980 trajo mucha música: rock y pop en inglés. Luego se casó, se llevó el equipo y solo podíamos oír lo que sonara en las emisoras como Radio Tequendama y algún casete de vez en cuando..
No sé cuándo y por qué comencé a oír Javeriana Estéreo pero fue como en el año 90 ó 91. Así llegaron los cubanos a mi discoteca y dejé de apreciar a Albita Rodríguez porque descubrí gente que hacía música mucho más interesante. La nueva trova no llegó por estudiar en la Universidad Nacional como podría pensarse sino por una novia de esa época que estudiaba en la Javeriana.
Creo haber dicho antes en este blog que mucho de lo que sé de música se lo debo a la emisora javeriana y desde que dejé de seguirla con dedicación mi conocimiento dejó de crecer. O tal vez viceversa.
Ahora me emociona aprender sobre flamenco (gracias al programa de Jaime Andrés Monsalve en Javeriana Estéreo). Quiero actualizarme en la música cubana moderna y quiero aprender de géneros nuevos. En estos últimos años que ha sido tan fácil conseguir información es cuando más lento ha ido mi conocimiento. Es hora de cambiar la tendencia.
Buena parte de mi herencia musical viene de los discos que los laboratorios regalaban a mi papá; era médico. Bayer regalaba por ejemplo música clásica, los discos de música clásica eran por cortesía de Líster o de una medicamento llamado hemocyton. En esa misma época llegaron a mi casa, por otros caminos, Rubén Blades y Willie Colón, Héctor Lavoe y varios de las estrellas de la Fania. Creo que no hace falta aclarar que era la época de los acetatos. Cuando Julián llegó de su viaje a Suecia en 1980 trajo mucha música: rock y pop en inglés. Luego se casó, se llevó el equipo y solo podíamos oír lo que sonara en las emisoras como Radio Tequendama y algún casete de vez en cuando..
No sé cuándo y por qué comencé a oír Javeriana Estéreo pero fue como en el año 90 ó 91. Así llegaron los cubanos a mi discoteca y dejé de apreciar a Albita Rodríguez porque descubrí gente que hacía música mucho más interesante. La nueva trova no llegó por estudiar en la Universidad Nacional como podría pensarse sino por una novia de esa época que estudiaba en la Javeriana.
Creo haber dicho antes en este blog que mucho de lo que sé de música se lo debo a la emisora javeriana y desde que dejé de seguirla con dedicación mi conocimiento dejó de crecer. O tal vez viceversa.
Ahora me emociona aprender sobre flamenco (gracias al programa de Jaime Andrés Monsalve en Javeriana Estéreo). Quiero actualizarme en la música cubana moderna y quiero aprender de géneros nuevos. En estos últimos años que ha sido tan fácil conseguir información es cuando más lento ha ido mi conocimiento. Es hora de cambiar la tendencia.
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Abrazos.