Imagino que sobre este tema ya han escrito expertos de la talla de Fontanarrosa y puede que esté repitiendo conceptos ya sugerido por alguien. De todas formas ahí vamos.
Objetivo: más o menos 300 palabras, en menos de 25 minutos
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Para escribir bien y jugar fútbol hace falta algo más que talento. Leonel Messi y Gabriel García Márquez son personajes excepcionales, cada uno en su campo. Poseen un don que el resto de los humanos, o al menos la mayoría, no tenemos. Sin embargo, ellos deben trabajar día a día para que se ejerciten los músculos que los hacen maestros en su juego y en su escritura.
Si Messi quiere mantener un nivel de juego constante debe desarrollar otras competencias que le permitan potenciar su “regalo divino”: estado físico, concentración, resistencia a los golpes. De otra forma sus brillantes jugadas serán tan esporádicas que no saldrían en las noticias como hoy. Lo mismo sucede con la escritura. Si García Márquez no hubiera tomado el hábito de escribir a diario, leer mucho, aprender gramática y el manejo del idioma en general, no pasaría de ser una persona normal que tiene apuntes ocurrentes de vez en cuando en medio de las conversaciones. Como tú y yo.
Quienes desean ser jugadores de fútbol competitivo tienen que desarrollar todo un programa de entrenamiento y fogueo que los ayude a alcanzar un nivel como el deseado. Quienes queremos escribir bien y ser reconocidos por eso, debemos adquirir la disciplina de hacerlo a diario, juzgarnos y compararnos con los maestros. La comparación se busca para aprender, no para destruirnos por la autocrítica de no ser como ellos. Los que están arriba no llegaron por el pase mágico de un hada madrina. Lo hicieron a través de trabajo y sacrificio. Bueno, algunos también por palancas o resortes pero esos no son los modeles que queremos seguir.
Así que a trabajar: escribir, leer, corregir lo escrito, ensayar gambetas y otros engaños, practicar la táctica, arriesgarse y exponerse a que los envidiosos críticos te lancen una que otra patada al tobillo, te tumben y te duela mucho. Messi se levanta cada vez que cae, se burla de sus adversarios y de ellos luego nadie se acuerda. Gabriel y Leonel permanecen en la memoria de todos. Los que dan leña caen en el pozo del olvido.
Objetivo: más o menos 300 palabras, en menos de 25 minutos
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Para escribir bien y jugar fútbol hace falta algo más que talento. Leonel Messi y Gabriel García Márquez son personajes excepcionales, cada uno en su campo. Poseen un don que el resto de los humanos, o al menos la mayoría, no tenemos. Sin embargo, ellos deben trabajar día a día para que se ejerciten los músculos que los hacen maestros en su juego y en su escritura.
Si Messi quiere mantener un nivel de juego constante debe desarrollar otras competencias que le permitan potenciar su “regalo divino”: estado físico, concentración, resistencia a los golpes. De otra forma sus brillantes jugadas serán tan esporádicas que no saldrían en las noticias como hoy. Lo mismo sucede con la escritura. Si García Márquez no hubiera tomado el hábito de escribir a diario, leer mucho, aprender gramática y el manejo del idioma en general, no pasaría de ser una persona normal que tiene apuntes ocurrentes de vez en cuando en medio de las conversaciones. Como tú y yo.
Quienes desean ser jugadores de fútbol competitivo tienen que desarrollar todo un programa de entrenamiento y fogueo que los ayude a alcanzar un nivel como el deseado. Quienes queremos escribir bien y ser reconocidos por eso, debemos adquirir la disciplina de hacerlo a diario, juzgarnos y compararnos con los maestros. La comparación se busca para aprender, no para destruirnos por la autocrítica de no ser como ellos. Los que están arriba no llegaron por el pase mágico de un hada madrina. Lo hicieron a través de trabajo y sacrificio. Bueno, algunos también por palancas o resortes pero esos no son los modeles que queremos seguir.
Así que a trabajar: escribir, leer, corregir lo escrito, ensayar gambetas y otros engaños, practicar la táctica, arriesgarse y exponerse a que los envidiosos críticos te lancen una que otra patada al tobillo, te tumben y te duela mucho. Messi se levanta cada vez que cae, se burla de sus adversarios y de ellos luego nadie se acuerda. Gabriel y Leonel permanecen en la memoria de todos. Los que dan leña caen en el pozo del olvido.
Comentarios
PD: Sugerente texto. Qué bueno tenerte de vuelta.
Mañana compararé con otro deporte. Luego buscaré otro tema, se reciben sugerencias
Misa, pecado, mandamientos, confesionario, altar, etc
Ahora escribe un relato que tenga como escenario una discoteca y utiliza algunas de estas palabras (de la iglesia) con la intención de que encuentren un uso completamente distinto al habitual al sacarlas de su ambiente.
Jajaja me fumé un bate
http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/02/21/_-01862972.htm
deporte: Poker ahora ocupa casio todo ESPN :-(