Que Dios nos perdone

Los dos niños quemados han muerto. Ya sabe cuáles. Los que asesinaron las FARC así haya ridículos por ahí diciendo que fue un atentado del terrorismo del estado. En este estado de cosas el diálogo es imposible. Menos un intercambio humanitario. Para que se pudiera cumplir éste deberían darse las condiciones pero las FARC no tienen un ápice de humanitarios. Si lo fueran habrían liberado a la mamá que tuvo a su hijo en cautiverio y hubieran hecho miles de gestos más.

La corrupción de nuestros políticos, la indolencia del pueblo que vende su voto por una miseria, tal vez sin darse cuenta que es infinitamente más valioso y por eso lo buscan tanto, el deseo del dinero fácil y mil y una perversiones más nos tienen como estamos. Así, los asesinos salen con el cuento que están combatiendo al estado corrupto (el cual existe evidentemente) y se ganan los aplausos de la Europa con permenante sentimiento de culpa; pero en caso de triunfar terminarían imponiendo otro tipo de corrupción, como la que se está implantando en Venezuela o ya se impuso en Cuba.

Cualquiera diría en el mundo ideal que es el momento del cambio, por las elecciones que se avecinan. Algunos dicen que Carlos Gaviria es la opción. Yo veo que es el candidato del partido comunista (aparte de ser el del anodino Polo Democrático) y ese es el partido que aprueba las "formas de lucha" que ejercen las FARC. Mientras el Polo no se desligue de ese sector de la izquierda seguirá siendo una opción inadecuada. Eso sin contar que el polo en sus filas tiene al principal defensor de Chavez, quien a su vez es el principal proveedor de las FARC.

Los otros candidatos no pasan de ser una burla, excepto el candidato presidente que tampoco es una buena opción porque ha vendido su alma al diablo y ahora esa bestia nos gobierna. En fin, hasta pronto y que Dios nos perdone, como decía Jaime Garzón.