La revolución del canto

Escuché esta historia en el canal Film&Arts.

Durante la ocupación soviética a la República báltica de Estonia, se formó una manifestación que reunía a diario en las plazas a miles de ciudadanos estonios a cantar canciones folclóricas prohibidas por el régimen invasor. Se convocó, según decían en el canal, hasta la tercera parte de la población a cantar estas canciones como demostración al deseo de independencia de la Unión Soviética. Sucedió en el anfitetatro de su capital, Tallin. El movimiento que allí se originó es llamado la Revolución del canto (Singing revolution, en inglés)


Aquí encontrarán una breve descripción de lo que fue esta manifestación del Sonido de la libertad y traduzco de manera libre una cita que se incluye allí:

"Cantábamos noche tras noche y todos volvían a casa temprano en la mañana. Fue emocionalmente tan intenso que al día siguiente había incluso más personas. La gente desempolvó las banderas que habían estado escondidas hasta por 50 años y ahora comenzaban a agitarlas "

Artur Talvik, participante.

Las imágenes que nos compartieron los del canal mostraban unas asombrosas multitudes enarbolando las banderas antes escondidas y cantando con la emoción del que canta para vivir. Todo esto empezó en 1988 y terminó con la declaración de idependencia en 1991. Es una de las revoluciones más famosas de los tiempos recientes en especial por no derramar una sola gota de sangre. Se hizo película de ella y hasta tuvo publicidad de Absolut Vodka.

Decían también en el programa que Estonia es desde muchos años atrás uno de los lugares del mundo donde la gente es más dada a cantar, si no es donde más se canta y por eso hay montones de festivales de canto todos los años. Hay una canción muy importante llamada Mi Patria, la gente se pone de pie al escucharla y, durante la ocupación, todos los festivales de canto finalizaban con ella a pesar de estar prohibida.

Uno de mis sueños no cumplidos es saber cantar, aunque lo hago en privado para darme gusto. Tal vez por eso esta historia me conmovió y me "agüó el ojo", como dicen algunos por estas tierras.