Ha muerto otro herido en los atentados al sistema Transmilenio. esta vez no es un niño sino un adulto de 56 años. Me duele igual y representa para mi el dolor de todos los colombianos que mueren en esta guerra en la que poco a poco vamos muriendo los que aparentemente estamos vivos. No me importa de qué color es la sangre de cada muerto, si azul, roja, negra o transparente. Todos eran humanos, colombianos la mayoría, jóvenes un buen número y con ellos se nos van los sueños que tenían, propios, por sus hijos, sus nietos, por el país, el mundo o el universo.
Estos tres que se van fueron más notorios por salir en las noticias pero mis oraciones van también por los que mueren en las universidades en medio de protestas, por los soldados o guerrilleros que mueren en el monte lejos de sus casas y por todos aquellos que se van sin decirnos nada, nunca sabemos donde quedaron su huesos.
Estos tres que se van fueron más notorios por salir en las noticias pero mis oraciones van también por los que mueren en las universidades en medio de protestas, por los soldados o guerrilleros que mueren en el monte lejos de sus casas y por todos aquellos que se van sin decirnos nada, nunca sabemos donde quedaron su huesos.
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