Me persigue el temor de perder la memoria y olvidar lo que me ha costado trabajo de años aprender y entender. Estas últimas semanas he estado recibiendo información sobre los dos hechos trascendentales en la historia de Colombia que ocurrienron con sólo una semana de diferencia en noviembre de 1985. Y me doy cuenta que me están contando tantas cosas nuevas que no se si las sabía y las olvidé o simplemente estaba alejado de los flujos de noticias y las recibía con una óptica diferente a la de hoy.
Una sección del noticiero del canal RCN creada especialmente para recordar la tragedia de Armero causada por el deshielo del Nevado del Ruiz se llama "Así lo viví". Y recuerdo poco cómo lo viví aunque sí recuerdo claramente la primera información que tuve sobre Armero el 14 de noviembre. Todos los días salía del apartamento de mi hermano y su esposa donde yo vivía en ese entonces rumbo al colegio. La hora habitual de salida eran las 6:50, tiempo casi justo para llegar a tiempo caminando a la clase que era a las 7:10. Y poco antes de salir oí en las noticias el relato de un piloto que decía que Armero había sido borrado del mapa. Donde antes había el pueblo que toda mi familia recordaba por un salpicón delicioso, ya no había nada. Y por más que deseaba quedarme oyendo la noticia corría el riesgo de no poder entrar al colegio si llegaba tarde. Y al volver en la tarde al apartamento las noticias se confirmaban de una manera aterradora. Ese recuerdo no se me ha borrado.
La tragedia del Palacio de Justicia fue aún más lejana para mí. Ese mismo día estaba donde un compañero de colegio estudiando para un examen de literatura y llegué a la casa en la noche y casi no vi las noticias. Mucho menos las oí por radio, maña que había heredado de mis padres quienes día y noche mantenían el radio en RCN oyéndolas. El día siguiente en el colegio los compañeros hablaban mucho de eso y yo no tenía claro sino lo que ellos decían. Desde entonces siento que tengo un hueco en mis recuerdos en ese momento. Sentía que la gente sabía más de las noticias que yo y por eso estaba aislado de lo que los demás hablaban. Y solamente por los recuerdos que han hecho periódicamente he podido reconstruir en parte lo que siento me hace falta en mi memoria.
Hoy veo ambas noticias con la madurez que me han dado los años y obviamente lo que siento es diferente a mis recuerdos de cómo viví ese noviembre. Si cuando tenía 17 años hubiera estado encantado de haber entrado al palacio de justicio a darle balas a los guerrilleros el paso del tiempo me mostró lo equivocado que estaba. Hay momentos de mi vida que recuerdo más que otros y algunos los tendré que revivir de la misma forma que estos, a través de los análisis que mucho tiempo después hagan los periodistas o los protagonistas. Volviendo a la frase "Así lo viví" se vuelve casi como el caso de las torres gemelas, todos sabemos exactamente dónde estábamos cuando recibimos la noticia. Pienso que de manera análoga a todos las memoria nos da para saber dónde estábamos cuando supimos lo de Armero y lo del Palacio de Justicia.
Había escrito en el blog "Tómalo con calma" una entrada sobre el mismo tema de mi falta de memoria*. Este escrito es solo una confirmación más de lo necesaria que es la construcción de esta memoria de papel. Lo malo no es olvidar, sino saber que una vez supimos algo y hoy no. Ese vacío es el que perturba la existencia. Si definitivamente olvidamos tanto que ni siquiera tenemos el recuerdo de haber conocido eso que ahora no, pues siempre será algo nuevo, como si fuera una noticia recién contada.
Y ahora pienso que llegará el día en que este ejercicio deje de llamarse "En medio del ruido" para volverse algo como "mi prótesis de memoria". Así podré leer mi historia o en el caso extremo, alguien la pueda leer por mi.
* http://tomaloconcalma.blogspot.com/2005/10/mi-memoria-de-papel.html
Una sección del noticiero del canal RCN creada especialmente para recordar la tragedia de Armero causada por el deshielo del Nevado del Ruiz se llama "Así lo viví". Y recuerdo poco cómo lo viví aunque sí recuerdo claramente la primera información que tuve sobre Armero el 14 de noviembre. Todos los días salía del apartamento de mi hermano y su esposa donde yo vivía en ese entonces rumbo al colegio. La hora habitual de salida eran las 6:50, tiempo casi justo para llegar a tiempo caminando a la clase que era a las 7:10. Y poco antes de salir oí en las noticias el relato de un piloto que decía que Armero había sido borrado del mapa. Donde antes había el pueblo que toda mi familia recordaba por un salpicón delicioso, ya no había nada. Y por más que deseaba quedarme oyendo la noticia corría el riesgo de no poder entrar al colegio si llegaba tarde. Y al volver en la tarde al apartamento las noticias se confirmaban de una manera aterradora. Ese recuerdo no se me ha borrado.
La tragedia del Palacio de Justicia fue aún más lejana para mí. Ese mismo día estaba donde un compañero de colegio estudiando para un examen de literatura y llegué a la casa en la noche y casi no vi las noticias. Mucho menos las oí por radio, maña que había heredado de mis padres quienes día y noche mantenían el radio en RCN oyéndolas. El día siguiente en el colegio los compañeros hablaban mucho de eso y yo no tenía claro sino lo que ellos decían. Desde entonces siento que tengo un hueco en mis recuerdos en ese momento. Sentía que la gente sabía más de las noticias que yo y por eso estaba aislado de lo que los demás hablaban. Y solamente por los recuerdos que han hecho periódicamente he podido reconstruir en parte lo que siento me hace falta en mi memoria.
Hoy veo ambas noticias con la madurez que me han dado los años y obviamente lo que siento es diferente a mis recuerdos de cómo viví ese noviembre. Si cuando tenía 17 años hubiera estado encantado de haber entrado al palacio de justicio a darle balas a los guerrilleros el paso del tiempo me mostró lo equivocado que estaba. Hay momentos de mi vida que recuerdo más que otros y algunos los tendré que revivir de la misma forma que estos, a través de los análisis que mucho tiempo después hagan los periodistas o los protagonistas. Volviendo a la frase "Así lo viví" se vuelve casi como el caso de las torres gemelas, todos sabemos exactamente dónde estábamos cuando recibimos la noticia. Pienso que de manera análoga a todos las memoria nos da para saber dónde estábamos cuando supimos lo de Armero y lo del Palacio de Justicia.
Había escrito en el blog "Tómalo con calma" una entrada sobre el mismo tema de mi falta de memoria*. Este escrito es solo una confirmación más de lo necesaria que es la construcción de esta memoria de papel. Lo malo no es olvidar, sino saber que una vez supimos algo y hoy no. Ese vacío es el que perturba la existencia. Si definitivamente olvidamos tanto que ni siquiera tenemos el recuerdo de haber conocido eso que ahora no, pues siempre será algo nuevo, como si fuera una noticia recién contada.
Y ahora pienso que llegará el día en que este ejercicio deje de llamarse "En medio del ruido" para volverse algo como "mi prótesis de memoria". Así podré leer mi historia o en el caso extremo, alguien la pueda leer por mi.
* http://tomaloconcalma.blogspot.com/2005/10/mi-memoria-de-papel.html
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Te invito a mi otro blog (que no es tan familiar como el de viaje)