Los que me seguían en twitter me han oído hablar de mi archivo fotográfico impreso. Vamos a contar algo de eso acá. Sucede que hace un año compré una impresora profesional para imprimir mis fotos favoritas con materiales de calidad de archivo y almacenarlas con igual cuidado. Así habrá un archivo que me sobreviva cuando ya no esté (puede ser mañana, puede ser en 40 años) y que de pronto pueda interesar a alguien. O terminar siendo un encarte para quien organice mis cosas cuando yo muera. Todo empezó hace muchos años, creo que en 2015, cuando decidí empezar a hacer una selección anual de mis fotos favoritas. En esa ocasión el proceo incluiría identificar las fotos favoritas desde que tengo archivos electrónicos hasta 2015. Y el plan incluía imprimirlas y hacer un collage en la pared. La impresora que usaba en ese tiempo es una HP multifuncional que si se usaban (se usan, la tengo aún) los papeles adecuados producía resultados de muy buena calidad. Es que en general si se usa...