En mi apartamento tengo un equipo de sonido marca Yamaha, más o menos potente, que se encuentra evidentemente subutilizado. Era para un proyecto, cancelado hace años, de montar un café.
Siempre he soñado poner a "todo taco" el volumen de mi equipo de sonido celebrando que la guerra terminó. Armar una rumba de dimensiones colosales, extraordinaria, con los vecinos, al menos por un rato. Catarsis de años de frustraciones atoradas. Hoy veo que ese sueño es posible. Si el Yamaha fuera un ser vivo ya estaría empezando a prepararse para el reto.
Nos falta bastante, lo sé. Y si las FARC entan en un proceso de paz fructífero no es el fin de los problemas. No podremos mirar por encima del hombro a Suecia y Noruega como por arte de magia. La desigualdad, la pobreza y la corrupción son estructurales y nos tomará una vida entera cambiarlos.
Soñar no cuesta nada y quiero disfrutar la euforia del momento con el mejor ánimo y todo el optimismo que me quepa en cada rincón de mi cabeza y en cada resquicio de mi alma.
Están todos invitados a la gran fiesta. Lleven la música que deseen escuchar pero pueden ir sugiriendo canciones para la lista. Se aceptan todos los géneros musicales.
Comentarios
Que tú me tienes temblando de noche y de día, Tú me hiciste brujería, Me quieres mandar pa' la tumba fría, Tú me hiciste brujería…
Bruja, bruja, brujita, Tú me hiciste brujería
Brrrrrr, demonioooooooooo
Abrazo.
Julio, claro que sirve: "Vivo en un país libre cual solamente quiere ser libre...." se me erizó todo al escribirlo... brrrr