¡Atención, Atención! Informe de última hora. Por el corresponsal de nuestra cadena en medio del ruido:
En el sonado caso de los muñecos asesinos traídos de China se ha declarado una cacería de brujas a partir de la masiva confesión proporcionada por las muñecas Polly pocket, catalogadas como presuntas co-autoras del delito. A partir de esta importante delación los organismos de inteligencia (los que carecen de ella) se han lanzado en busca de los muñecos que acribillan a los niños. ¿Acribillan? Sí, porque los matan a punta de plomo, según confesaron las mencionadas muñecas.
Otro sector del buscado grupo de fascinerosos ha preferido métodos salvajes para acabar con los niños y las niñas como clavar puntillas y usar garrotes de hierro que fabrican a partir de una casi inagotable fuente de este metal: los pequeños imanes presentes desde su nacimiento en millones de estos individuos. Se los busca por crímenes de lesa humanidad.
Se habla que las fuerzas del orden capturaron un muñeco minero, famoso traficante de armas y jefe de finanzas de los delincuentes, lo torturaron y luego lo desaparecieron para que confesara de dónde están sacando el plomo usado en las letales armas. Luego irán tras el resto la banda que incluye los muñecos pintores que preparan la pintura con plomo, las barbies por ser las prepago de los nuevos traquetos y cualquier otro personaje con la más insólita relación que se imaginen. Hasta Superman está en la circular roja, porque su acero fue hecho con hierro del más mortífero.
Posteriormente irán tras los animales que hablan porque, fijo, están usando lenguajes en clave para cometer el genocidio. Son los estafestas de la red delictiva. De otra forma, ¿para qué carajos hablarían los animales? Se espera que al descifrar esta clave comiencen a caer todos los testaferros que, dicen, están en desbandada camino a la China, refugio de estos terroristas.
Luego los miembros de los 'entes' de investigación irán a Lazytown, ciudad degenerada que es equivalente a lo que fueron Sicilia o Medellín para los famosos carteles de mafiosos. Pero al darse cuenta que está situada en los Estados Unidos, empezarán a pensar que el plomo y el hierro tal vez no son tan malos si los producen los mismos amos.
Los muñecos de Harry Potter que no logren esconderse durante la cacería de brujas serán los próximos en caer. Deben confesar cuáles son la fórmula y el hechizo que se usan para convertir el oro en plomo. ¿No era al revés? Sí, pero recuerden que las investigaciones las llevan a cabo nuestros organismos de "inteligencia". Casi que los podríamos llamar microorganismos porque su inteligencia solo se ve a través del microscopio.
Y como necesitan mostrar positivos para que les siga llegando dinero que puedan desviar a sus cuentas personales, los generales la emprenden contra el capo más anciano del cartel de los metales. Vive en un libro y se hace llamar el "soldadito de plomo". Dicen las datos obtenidos de la red de informantes que es un ex-militrar que perdió una pierna en una combate contra el comunismo y luego de una exhaustiva investigación en la que se demostró que era un infiltrado del hampa en las tropas del rey, pasó a la clandestinidad. Años después fingió su muerte en una hoguera junto con su amante de turno; en realidad fue un proceso de cirugía estética para evitar ser capturado por la interpol. Fue delatado, antes de morir, por un pescado que tenía una caleta en su cuerpo en la cual, alguna vez, se escondió el capo para escapar del cerco policial.
Esperen avances de esta noticia en desarrollo.
En el sonado caso de los muñecos asesinos traídos de China se ha declarado una cacería de brujas a partir de la masiva confesión proporcionada por las muñecas Polly pocket, catalogadas como presuntas co-autoras del delito. A partir de esta importante delación los organismos de inteligencia (los que carecen de ella) se han lanzado en busca de los muñecos que acribillan a los niños. ¿Acribillan? Sí, porque los matan a punta de plomo, según confesaron las mencionadas muñecas.
Otro sector del buscado grupo de fascinerosos ha preferido métodos salvajes para acabar con los niños y las niñas como clavar puntillas y usar garrotes de hierro que fabrican a partir de una casi inagotable fuente de este metal: los pequeños imanes presentes desde su nacimiento en millones de estos individuos. Se los busca por crímenes de lesa humanidad.
Se habla que las fuerzas del orden capturaron un muñeco minero, famoso traficante de armas y jefe de finanzas de los delincuentes, lo torturaron y luego lo desaparecieron para que confesara de dónde están sacando el plomo usado en las letales armas. Luego irán tras el resto la banda que incluye los muñecos pintores que preparan la pintura con plomo, las barbies por ser las prepago de los nuevos traquetos y cualquier otro personaje con la más insólita relación que se imaginen. Hasta Superman está en la circular roja, porque su acero fue hecho con hierro del más mortífero.
Posteriormente irán tras los animales que hablan porque, fijo, están usando lenguajes en clave para cometer el genocidio. Son los estafestas de la red delictiva. De otra forma, ¿para qué carajos hablarían los animales? Se espera que al descifrar esta clave comiencen a caer todos los testaferros que, dicen, están en desbandada camino a la China, refugio de estos terroristas.
Luego los miembros de los 'entes' de investigación irán a Lazytown, ciudad degenerada que es equivalente a lo que fueron Sicilia o Medellín para los famosos carteles de mafiosos. Pero al darse cuenta que está situada en los Estados Unidos, empezarán a pensar que el plomo y el hierro tal vez no son tan malos si los producen los mismos amos.
Los muñecos de Harry Potter que no logren esconderse durante la cacería de brujas serán los próximos en caer. Deben confesar cuáles son la fórmula y el hechizo que se usan para convertir el oro en plomo. ¿No era al revés? Sí, pero recuerden que las investigaciones las llevan a cabo nuestros organismos de "inteligencia". Casi que los podríamos llamar microorganismos porque su inteligencia solo se ve a través del microscopio.
Y como necesitan mostrar positivos para que les siga llegando dinero que puedan desviar a sus cuentas personales, los generales la emprenden contra el capo más anciano del cartel de los metales. Vive en un libro y se hace llamar el "soldadito de plomo". Dicen las datos obtenidos de la red de informantes que es un ex-militrar que perdió una pierna en una combate contra el comunismo y luego de una exhaustiva investigación en la que se demostró que era un infiltrado del hampa en las tropas del rey, pasó a la clandestinidad. Años después fingió su muerte en una hoguera junto con su amante de turno; en realidad fue un proceso de cirugía estética para evitar ser capturado por la interpol. Fue delatado, antes de morir, por un pescado que tenía una caleta en su cuerpo en la cual, alguna vez, se escondió el capo para escapar del cerco policial.
Esperen avances de esta noticia en desarrollo.
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