Los que crecimos
en familias numerosas, especialmente los últimos hijos, pensábamos ¿por qué mi
mamá tiene tantas cosas viejas en la casa? Hoy me puse a pensar que mis ollas
tienen 14 años, mi apartamento 20, los muebles (remplazados cuando estuve
casado) tienen 9. Mi mueble para los CDs tiene 19 o 20 años, uno de los baúles
era de mi papá tendrá cerca de 70 años, el otro tiene como 15. La caja de
herramientas debe tener unos 20 años, dentro hay un rollo de hilo de nylon casi
completo que puede durar otros 40. Tengo la hachuela de mi bisabuelo que debe
tener 100 años y la cual era un tesoro para mi mamá.
Nos volvemos como
los papás, nos llenamos de elementos que se van llenando de recuerdos y apegos
pero no tenemos el dinero ni el interés de andar cambiándolos cada 5 años. Los
muebles de nuestras casas generan en los jóvenes la repulsión que sentíamos por
los de las casas de los abuelos o de los vecinos. Siempre odié los muebles
estilo Luis XV, me parecían incómodos.
Pienso que todo
eso que tengo se vuelve una carga. Espero mudarme de país otra vez aunque no
hay prisa en eso. Si sucede, pienso dejar todos los muebles y no llevármelos
como hicimos con mi ex esposa la vez anterior cuando vivimos en Suecia (estos
muebles actuales fueron y volvieron). Últimamente
estoy pensando en deshacerme de mucho de lo que tengo, especialmente libros y
elementos inútiles. Pero también últimamente recuerdo tantas cosas de las que
me he deshecho y siento que he gastado mucho dinero sin que haya rastro de él
en mi vida actual. Deshacerme de los libros de ahora pueden aumentar mi sensación
de vacío.
Así, mi lámpara
de escritorio con solo 4 años me acompañará buena parte del resto de mi vida.
También el escritorio mismo, tiene 10 años. Quien venga a desocupar mi apartamento cuando
muera pensará que para qué guardar esas “viejeras”, a pesar que el comedor, la biblioteca, el mueble de los CDss, los baúles y el escritorioestén hechos
para durar 100 años. Los libros no durarán tanto pero igual muchos seguirán
conmigo hasta la muerte.
Nosotros mismos
empezamos comenzamos a tener ese olor de mueble viejo, de libro antiguo. Y nos
desmoronamos como sus hojas.
Comentarios
Yo tengo un tablero de damas chinas que había en la casa de mis abuelos y al cual le hice la cacería hasta que me lo pude robar...tengo un saco que era de mi abuelo y que cuando murió me lo traje para mi casa y lo uso mucho...y claro, tengo un montón de cosas nuevas...pero prefiero pagar por arreglar un mueble que comprar uno nuevo y de no tan buena calidad, es que eso de la obsolescencia programada me da rabia.
Gracias por publicar.