De vez en cuando leo un comentario que, palabras más palabras menos, dice que cualquier alteración a cómo la foto sale de la cámara es hacer fraude, trampa, engañar al observador, ser mal fotógrafo... Por supuesto son comentarios de gente poco familiarizada con la fotografía y lo que hace una cámara. Y también cada uno puede pensar de la fotografía como le parezca. Los comentarios son especialmente a la fotografía digital (que es lo que más se usa hoy en día). Quiero hacer anotaciones de lo que pienso para poder compartirlo fácilmente si vuelvo a leer algo de este estilo.
La gran mayoría, si no todas las fotos profesionales de todos los géneros han sido de alguna forma alteradas. Todos los fotógrafos lo hacen porque hace más bellas las fotos, con más impacto, más drama o transmite mejor la emoción que el fotógrafo desea. Mi opnión es que la fotografía no es un reflejo de la realidad (si es que eso existe) sino una interpretación que de ella hace el fotógrafo a través de una serie de decisiones antes, durante y después de la captura de ese momento fugaz.
Por ejemplo, tengo una serie de fotos de atardeceres a la que llamo "atardeceres imposibles" porque es imposible verlos en la vida real como se ven en las fotos. Usualmente añado más drama e intensidad al sub exponer la imagen, los naranjas son más intensos, las siluetas y el contraste más marcados.
En el momento de hacer una fotografía se toma una serie de decisiones que alteran cómo se verá la imagen al final. Algunas de esas decisiones son de tiempo atrás: cuál cámara está disponible, cual lente, cuál soporte (película o digital). Eso hace que los elementos impactados por la luz sean diferentes y reciban esa luz de manera diferente. Por ejemplo el tamaño del sensor y el número de megapíxeles determinan la capacidad de registrar de una u otra forma la imagen. Porque no son lo mismo 18 mega píxeles en un sensor de teléfono, en una SDLR APS-C o en una full frame o en una de formato medio, en una 4:3... La tecnología con la que está hecho ese sensor permite generar menos o más ruido, mayor o menor definición. Eso ya hace que dos fotos no vayan a ser iguales tomadas en el mismo momentos, con los mismos ajustes en cámaras diferentes.
Antes de llegar al sensor la luz ha pasado por una serie de elementos ópticos que alteran de una u otra forma lo que el sensor está "viendo". Si pretendiéramos que la foto fuera fiel a lo que vemos con nuestro ojos deberíamos tener un lente que simule tal cual lo que la óptica del ojo hace con la luz. Y suponiendo que esa fuera la decisión, los medios por los que pasan la luz deberían ser únicos y eso no sucede. Hay algunos en los que los lentes son de plástico, otros de cristal. Cada fabricante aplica una u otra capa de un elemento que evite reflejos o cumpla alguna función específica. Eso está haciendo que cada foto sea diferente y se distancie en algo de la realidad. Y si suponemos, como pasa en la vida real, que hay una innumerable cantidad de objetivos diferentes que dirigen la luz de una u otra forma que tienen diferentes ángulos de "visión" y que, por supuesto, no coinciden con el del ojo pues vemos que no estamos ni cerca de reflejar la realidad. Además, cada lente y cada ajuste de este permite una mayor o menor profundidad de campo que hace más claros o más borrosos los diferentes planos de la imagen.
Ya hablamos de la luz que llega al sensor y cómo este la capta, creando una imagen única según la configuración lente/sensor. Pero debemos seguir con cómo la misma cámara procesa lo que el sensor capta, cómo interpeta la señales electrónicas recibidas de cada píxel, cómo las graba en el medio magnético. Ahí hay otra decisión que toma el usuario y es escoger en qué calidad se graba la imagen o si el formato de grabación es RAW o JPG. Raw es grabar sin intervención alguna lo que el sensor recibe y permite más versátil edición posterior por software. En JPG se puede escoger (más o menos) cuánto se comprime el archivo y en qué calidad, porque jpg realiza una compresión en la que el software de la cámara decide eliminar más o menos información para permitir hacer archivos de mucho menor tamaño. Las cámaras más básicas no tenían opción de grabar en Raw, ni los celulares pero cada vez es una característica en cámaras de todas las gamas. ¿Es un archivo comprimido, sin toda la información que incialmente existía, un reflejo de la realidad? Pareciera que no...
Al final el archivo se traslada a un computador que lo interpreta de una y otra forma para mostrarlo en pantallas de características diversas con software diferente y que se van a mostrar en condiciones diferentes de luz. ¿Cuál de todas es el reflejo de la realidad? Por último, si deseamos imprimir la foto, algo que recomiendo totalmente, cada impresora, cada marca de tinta, cada medio (papel, metal, acrílico) registra diferente los colores. ¿Cuál es la realidad?
Pero tal vez recordemos cómo era la luz, y eran los colores en el momento y podamos lograrlo trabajando la foto en software. Así, de pronto, la realidad surge después de procesarla y no al salir de la cámara.
Comentarios