English version follows
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Hace un par de semanas terminé un viaje que empezó hace más tiempo del que parece. Esta etapa final la llamé North Atlantic Tour 2016 pero es solo el cierre del tour por el Báltico y otros procesos más largos.
Cuando tuve la certeza que me iba de Suecia uno de mis sentimientos más fuertes fue el de deuda, por no haber hecho los viajes que me quedaría más fácil hacer desde allá que desde Colombia o cualquier otro país de América. Y aunque este viaje no surgió con ese propósito sí se fue extendiendo para llegar a lugares que tenía pendientes o a hacer visitas que también quería hacer.
Las deudas que tenía al irme de Suecia eran con San Petersburgo, Tallin, Helsinki, Ámsterdam e Islandia. Las primeras tres las pude pagar antes de salir de Europa e incluyó un bono producto de un hecho accidental. Ese bono fue Moscú. Y fue un accidente afortunadísimo y bello.
Quedaba pendiente ir a visitar a Van Gogh en Ámsterdam, ir a la nunca suficientemente alabada Islandia y visitar a mi hermano en España y a Alejandro en NY. Pues este viaje, una especie de tour por el Atlántico norte, me permitió también cumplir esos pendientes. De Bogotá viajé a Nueva York, De ahí a Islandia (allí me faltaron tiempo y fuerzas), Ámsterdam y España. Además un inesperado viaje a Portugal, otro bono.
Este viaje cierra un año agitado. Ha pasado de todo, en todas partes y ha permitido cerrar ese vínculo con Suecia que tenía ahí latente y que a veces no me dejaba concentrarme en lo que venía. Suecia fue un periodo maravilloso en el que a veces fui feliz junto a mi laguito y con mis fotografías pero había que dejarlo atrás.
Como dice Mónica sobre Suecia, "país raro ese que mientras uno pasa trabajo tratando de entenderlo se le va metiendo en el corazón :)". Por supuesto siempre habrá cosas que quise hacer allá y no pude pero con este viaje de cierre y reflexión puedo dar por cerrados esos años. Este viaje estuvo lleno de momentos únicos, de esos que importan poco y que no quedan en fotos. O que éstas no son capaces de reflejar el júbilo (o el miedo) del momento. Hice lista porque "quien no tiene memoria se hace una de papel". Aquí algunos (muchos) de los más significativos para colaborar con la memoria de papel:
• Las nubes iridiscentes desde el vuelo a San Salvador, para conectar al de NY
• Un árbol maravilloso en el otoño maravilloso en Prospect Park en la indescriptible Nueva York
• El atardecer color durazno con el fondo de New Jersey visto desde Manhattan
• Haber compartido estos inolvidables momentos, y toda Nueva York, con Alba Lucía
• Un ángel llamado Mary Scott que nos alojó en NY. Llena de vida, de historias de jazz y la viuda de Ronnie Scott
• Haber cumplido el sueño de poder ver las auroras boreales desde un avión. En el vuelo de NY a Reikiavik, un show de varias horas. El vuelo y la silla mejor escogidos de la vida.
• Conocer la historia de las piedras de elfo en Islandia
• Ver el arcoíris más definido que he visto en mi vida, En la tierra de los arco iris, Islandia (porque el sol siempre es inclinado y llueve mucho tiempo)
• El pescador en el puerto de Reikiavik mientras esperaba las auroras boreales con cuya charla comprendí que el cazador de auroras es más un pescador: paciencia, silencio, incertidumbre, satisfacción con lo inesperado...
• Unas muy débiles auroras que permitieron tomar, casi por accidente, una de mis fotos favoritas del año y de la vida
• Unos paisajes islandeses indescriptibles
• El haber casi perdido mi vuelo a Ámsterdam por estar en la sala equivocada. Hasta que en el parlante sonó "Arrubla Dukú"
• Que el bus que me llevaba al avión que casi pierdo (un bus solo para mí) me llevara por error a un vuelo a Estocolmo y no al mío. Sigue apareciéndose Estocolmo
• El despegue sacudido por los vientos de Islandia. Fuerte.
• Aprender que en el aeropuerto de Schipol hay sillas en la salas donde se espera el equipaje, como una sala de espera para abordar
• La sonrisa de un viejo que se hace tomar una foto junto a su hijo, junto a dos cuadros donde están Rembrandt y su hijo en el Rijksmuseum
• El niño que le traduce a su mamá de inglés a español los textos de los cuadros en el Rijksmuseum
• El cuervo que frente el museo Van Gogh defendía de otros cuervos su gran pedazo de baguette hasta que vino una gaviota y se lo quitó y se fue volando
• El museo Van Gogh. Otro sueño cumplido
• Desayunar en Starbucks de Centraal en Ámsterdam me permitió darme cuenta de sombras, siluetas y reflejos en el amanecer de la ciudad. No lo hubiera disfrutado si desayuno en otro lugar
• La revisión de seguridad más intensa que he tenido, en el aeropuerto de Schipol. Peor que en Frankfurt pero aquí sí sonríen y son amables. Y el lugar es más bonito
• Bajarme en la estación "equivocada" en el tren a Lisboa que resulto mejor por su cercanía al hotel.
• Ver una bandada de garzas que migraban hacia el sur levantar el vuelo en el amanecer cuando llegaba a Lisboa. Bellísimo amanecer.
• Un atardecer de Ensueño en Estoril
• El miedo a las alturas y los abismos que fue muy feliz haciéndome sufrir en el Castillo moro de Sintra
• La noche de fado en Lisboa, aunque no hayan dicho "Silencio, se va a cantar el fado" como leí era tradicional
• Las fotos de la malabarista con fuego en la noche de Lisboa
• Estar en la librería más antigua del mundo, en Lisboa. Comprar algo de Saramago y Pessoa en esa librería. Que esos libros sean en portugués
• El Dolmen de entre 4000 y 6000 años en el camino a Ávila. El lugar de construcción humana más antiguo en el que he estado
• El bello y tranquilo paseo entre San Rafael y Ávila por carretera terciaria con paisajes rocosos que parecían personas
• La fría y ventosa noche de la súper luna que fue una sesión fotográfica casi fallida. El más frío pero más soportable amanecer siguiente fotografiando la luna llegando a ocultarse.
• Volver a ver a Alejandro y a Julián. Nunca es suficiente
• Que este viaje me haya motivado a escribir algo, este texto, después de años de no hacerlo
Al ritmo que ha pasado este año en el mes que falta podría pasar de todo. Si no sucede, de todas formas este fue un terrible gran año. Me quedó faltando estar el 10 de diciembre en Oslo para la entrega del Nobel de paz. Y seguir este North Atlantic tour por los países nórdicos.
El 2017 empieza lleno de esperanzas, compromisos. Será un gran año
Si quieren ver algunas fotos vayan a este lugar https://goo.gl/photos/pf35yFBZdfquJxKHA
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Hace un par de semanas terminé un viaje que empezó hace más tiempo del que parece. Esta etapa final la llamé North Atlantic Tour 2016 pero es solo el cierre del tour por el Báltico y otros procesos más largos.
Cuando tuve la certeza que me iba de Suecia uno de mis sentimientos más fuertes fue el de deuda, por no haber hecho los viajes que me quedaría más fácil hacer desde allá que desde Colombia o cualquier otro país de América. Y aunque este viaje no surgió con ese propósito sí se fue extendiendo para llegar a lugares que tenía pendientes o a hacer visitas que también quería hacer.
Las deudas que tenía al irme de Suecia eran con San Petersburgo, Tallin, Helsinki, Ámsterdam e Islandia. Las primeras tres las pude pagar antes de salir de Europa e incluyó un bono producto de un hecho accidental. Ese bono fue Moscú. Y fue un accidente afortunadísimo y bello.
Quedaba pendiente ir a visitar a Van Gogh en Ámsterdam, ir a la nunca suficientemente alabada Islandia y visitar a mi hermano en España y a Alejandro en NY. Pues este viaje, una especie de tour por el Atlántico norte, me permitió también cumplir esos pendientes. De Bogotá viajé a Nueva York, De ahí a Islandia (allí me faltaron tiempo y fuerzas), Ámsterdam y España. Además un inesperado viaje a Portugal, otro bono.
Este viaje cierra un año agitado. Ha pasado de todo, en todas partes y ha permitido cerrar ese vínculo con Suecia que tenía ahí latente y que a veces no me dejaba concentrarme en lo que venía. Suecia fue un periodo maravilloso en el que a veces fui feliz junto a mi laguito y con mis fotografías pero había que dejarlo atrás.
Como dice Mónica sobre Suecia, "país raro ese que mientras uno pasa trabajo tratando de entenderlo se le va metiendo en el corazón :)". Por supuesto siempre habrá cosas que quise hacer allá y no pude pero con este viaje de cierre y reflexión puedo dar por cerrados esos años. Este viaje estuvo lleno de momentos únicos, de esos que importan poco y que no quedan en fotos. O que éstas no son capaces de reflejar el júbilo (o el miedo) del momento. Hice lista porque "quien no tiene memoria se hace una de papel". Aquí algunos (muchos) de los más significativos para colaborar con la memoria de papel:
• Las nubes iridiscentes desde el vuelo a San Salvador, para conectar al de NY
• Un árbol maravilloso en el otoño maravilloso en Prospect Park en la indescriptible Nueva York
• El atardecer color durazno con el fondo de New Jersey visto desde Manhattan
• Haber compartido estos inolvidables momentos, y toda Nueva York, con Alba Lucía
• Un ángel llamado Mary Scott que nos alojó en NY. Llena de vida, de historias de jazz y la viuda de Ronnie Scott
• Haber cumplido el sueño de poder ver las auroras boreales desde un avión. En el vuelo de NY a Reikiavik, un show de varias horas. El vuelo y la silla mejor escogidos de la vida.
• Conocer la historia de las piedras de elfo en Islandia
• Ver el arcoíris más definido que he visto en mi vida, En la tierra de los arco iris, Islandia (porque el sol siempre es inclinado y llueve mucho tiempo)
• El pescador en el puerto de Reikiavik mientras esperaba las auroras boreales con cuya charla comprendí que el cazador de auroras es más un pescador: paciencia, silencio, incertidumbre, satisfacción con lo inesperado...
• Unas muy débiles auroras que permitieron tomar, casi por accidente, una de mis fotos favoritas del año y de la vida
• Unos paisajes islandeses indescriptibles
• El haber casi perdido mi vuelo a Ámsterdam por estar en la sala equivocada. Hasta que en el parlante sonó "Arrubla Dukú"
• Que el bus que me llevaba al avión que casi pierdo (un bus solo para mí) me llevara por error a un vuelo a Estocolmo y no al mío. Sigue apareciéndose Estocolmo
• El despegue sacudido por los vientos de Islandia. Fuerte.
• Aprender que en el aeropuerto de Schipol hay sillas en la salas donde se espera el equipaje, como una sala de espera para abordar
• La sonrisa de un viejo que se hace tomar una foto junto a su hijo, junto a dos cuadros donde están Rembrandt y su hijo en el Rijksmuseum
• El niño que le traduce a su mamá de inglés a español los textos de los cuadros en el Rijksmuseum
• El cuervo que frente el museo Van Gogh defendía de otros cuervos su gran pedazo de baguette hasta que vino una gaviota y se lo quitó y se fue volando
• El museo Van Gogh. Otro sueño cumplido
• Desayunar en Starbucks de Centraal en Ámsterdam me permitió darme cuenta de sombras, siluetas y reflejos en el amanecer de la ciudad. No lo hubiera disfrutado si desayuno en otro lugar
• La revisión de seguridad más intensa que he tenido, en el aeropuerto de Schipol. Peor que en Frankfurt pero aquí sí sonríen y son amables. Y el lugar es más bonito
• Bajarme en la estación "equivocada" en el tren a Lisboa que resulto mejor por su cercanía al hotel.
• Ver una bandada de garzas que migraban hacia el sur levantar el vuelo en el amanecer cuando llegaba a Lisboa. Bellísimo amanecer.
• Un atardecer de Ensueño en Estoril
• El miedo a las alturas y los abismos que fue muy feliz haciéndome sufrir en el Castillo moro de Sintra
• La noche de fado en Lisboa, aunque no hayan dicho "Silencio, se va a cantar el fado" como leí era tradicional
• Las fotos de la malabarista con fuego en la noche de Lisboa
• Estar en la librería más antigua del mundo, en Lisboa. Comprar algo de Saramago y Pessoa en esa librería. Que esos libros sean en portugués
• El Dolmen de entre 4000 y 6000 años en el camino a Ávila. El lugar de construcción humana más antiguo en el que he estado
• El bello y tranquilo paseo entre San Rafael y Ávila por carretera terciaria con paisajes rocosos que parecían personas
• La fría y ventosa noche de la súper luna que fue una sesión fotográfica casi fallida. El más frío pero más soportable amanecer siguiente fotografiando la luna llegando a ocultarse.
• Volver a ver a Alejandro y a Julián. Nunca es suficiente
• Que este viaje me haya motivado a escribir algo, este texto, después de años de no hacerlo
Al ritmo que ha pasado este año en el mes que falta podría pasar de todo. Si no sucede, de todas formas este fue un terrible gran año. Me quedó faltando estar el 10 de diciembre en Oslo para la entrega del Nobel de paz. Y seguir este North Atlantic tour por los países nórdicos.
El 2017 empieza lleno de esperanzas, compromisos. Será un gran año
Si quieren ver algunas fotos vayan a este lugar https://goo.gl/photos/pf35yFBZdfquJxKHA
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A couple of weeks ago I finished
the trip that started more time ago than it seems. I called this final stage “the
North Atlantic tour 2016” but it is only the closure of the Baltic tour and
other longer processes
When I was certain that I was leaving
Sweden, one of the strongest feelings was being in debt with not having done the
trips which would have been easier to do from there instead of from Colombia
or other countries in America. And although I did not planed this travel with the purpose
of paying the debt, it extended until it reached places I had pending to visit
or to do visits I wanted to do.
The debts I had when I left Sweden
were with St Petersburg, Tallin, Helsinki, Amsterdam and Iceland. I was able to
pay the first three before leaving Europe and included a bonus caused by an
unexpected event. That bonus was Moscow and was not unfortunate at all. It was
beautiful.
I had still pending a visit to Van Gogh in Amsterdam,
travel to the never enough praised Iceland and go to visit my brother in Spain
and Alejandro in NY. Hence, this travel, a kind of tour around the North
Atlantic allowed me to fulfil those pending issues. From Bogotá I travel to New
York City. From there to Iceland (there I needed more time and strength),
Amsterdam and Spain. Additionally an unexpected travel to Portugal, another
bonus
This travel closes an agitated
year. It has happened everything and everywhere. It has allowed closing the
link with Sweden that I still had alive and which sometimes did not allow me to
concentrate in the forthcoming. Sweden was a wonderful time in which sometimes
I was happy near my pond and my photos. But it had to be left behind
Monica, a friend of mine says about Sweden: “That strange
country which while you try to understand it gets a place in your heart :)”. Of
course, it always will be things I wanted to do there and I couldn’t but this
travel of closure and reflection I can acknowledge those years as finished.
This travel was full of unique moments, those not really important and which cannot
be captured in photos. Or these are not able to reflect the joy (or fear) of
the moment. O made a list because “that who doesn’t have memory makes one out
of paper”. Here some (many) of the most significate ones to contribute to build
the memory made of paper:
- The iridescent clouds from the flight to Sn Salvador to connect with the one to NYC
- An awesome tree in the autumn of Prospect Park in the indescriptible NYC
- The peach-coloured sunset with New Jersey as background.
- Having shared these moments and all NYC with Alba Lucía
- An angel named Mary Scott who was our host in NYC. Full of life, jazz stories and widow of Ronnie Scott
- Having fulfilled my dream of watching the Aurora Borealis from a plane, during the flight to Reykjavik from NYC. The best chosen flight and seat in the whole life
- Learning about the elf stones in Iceland
- Seeing the clearest rainbow I have seen, in the land of the rainbow, Iceland. It rains very frequently and the sun lights obliquely
- The fisherman in the Reykjavik harbour while I was waiting for the northern lights. His chat allowed me to understand that the aurora chaser is more a fisherman that a hunter: patience, silence, uncertainty and satisfaction with the unexpected
- A very faint northern lights which allowed me to make, almost by accident, one of my favourite photos of the year and the whole life
- The indescribable Icelandic landscapes
- Having almost lost my flight to Amsterdam being in the wrong waiting room until I Heard in the airport speaker “Arrubla-Dukú”
- That the bus that was bringing me to the plane of that flight left me mistakenly in a plane going to Stockholm and not mine. Stockholm continues showing up
- The flight take-off, shaken by the Icelandic winds
- Learning that the Schiphol airport in Amsterdam has seats in the luggage waiting area as it was a departure waiting room
- The smile of an old man that request the favour to have a picture with his son in front of two Rembrandt paintings showing the artist and his son. At the Rijksmuseum
- The child who translates the information in English into Spanish to his mother, also at the Rijksmuseum
- The crow in front of the Van Gogh museum was fighting to keep a piece of baguette from other crows until a seagull came and stole it
- The Van Gogh museum, another dream came true
- Having breakfast at Starbucks in Centraal, in Amsterdam, allowed me to realise the shadows, silhouettes of the sunrise. If I have had breakfast somewhere else I would had miss it
- The most strict security check in an airport, in Schiphol. It was worse than the ones in Frankfurt but people smile and are kind. And the facilities are nicer
- Stepping down in the “wrong” train station in Lisbon. It happened to be better as it was closer to the hotel
- Seeing a flock of cranes raising their migratory flight during a beautiful sunrise while I was arriving to Lisbon.
- • A dream sunset in Estoril
- The fear of heights and chasms was very happy making me suffer in the Moor Castle in Sintra
- The Lisbon fado night, even if they didn’t say “Silence the fado is going to be sung” as they say it is a tradition
- The photos of the fire juggler in the night of Lisbon
- Being in the oldest bookshop in the world, in Lisbon. To buy something from Saramago and Pessoa. That those books were in Portuguese
- The Dolmen 4000 to • years old in the road to Ávila. The oldest human-made place I have been at.
- The beautiful and calm journey between San Rafael and Ávila using a tertiary road with rocky landscapes which mimic people
- The cold and windy super-moon night, an almost failed photo session. The colder but more bearable following sunrise making photos of the moon setting
- Seeing again Alejandro and Julián. It is never enough
- That this travel has motivated me to write something after years of not doing it.
With the pace this year has passed, in the month still awaiting, anything could happen. If it doesn’t, anyhow, this has been a
great year. I have pending being in Oslo on 10th of December for the Nobel
peace prize handing. And continue this North Atlantic tour in the Nordic
countries
2017 starts full of hopes and
commitments. It will be, also, a great year
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