Ir a la cuarta parte Descargar texto commpleto en PDF En esta segunda mitad del viaje veo algo que he visto en ocasiones anteriores. Los niños suben solos al metro camino al colegio o regresando de este. Pueden ir en grupos, bastante ruidosos como es de esperar en cualquier lugar del mundo, o ir solos. Los más pequeños por supuesto van siempre acompañados pero se pueden encontrar niños de 10 años, incluso menos, viajando sin compañía en el metro. Como cuando en nuestra infancia en los 70 mis hermanas, Gonzalo y yo podíamos montar en bus naranja. O en buseta verde de la Republicana de Transportes. He pensado tomarles fotos pero me da temor ser acusado por acoso a menores de edad. Como evidencia solo queda mi palabra. También es muy frecuente encontrar ancianos en el metro. El sistema está adaptado para su comodidad y facilidad de desplazamiento. Me impacta verlos casi siempre solos. En esta sociedad los lazos familiares no son tan fuertes de padres a hijos cuando estos últimos ya es...