Este texto es producto de observaciones que he hecho sentado delante del volante de un carro, pero también de los muchos años que he caminado la ciudad de Bogotá. No pretendo ser dogmático ni decir que soy un excelente conductor o peatón. Solo que a veces veo cómo las personas se exponen de forma ingenua cuando podrían estar un poco más alerta y cuidarse a sí mismos.
También acepto que los peatones pueden escribir un post tan largo o más que éste con “recomendaciones” para conductores. Si desean dejarlas en los comentarios y logro suficientes hago un post con ellas.
Menciono solo tangencialmente las motos y sus motociclistas, muchos de ellos peligro para peatones, carros e incluso para ellos mismos.
La primera parte de mis recomendaciones se resumen en una sola: desconfíe. En efecto, no suponga que el conductor es hábil, que lo vio, que va a parar, que está atento, despierto, que no está ebrio o trabado o que no está huyendo de la policía (puede pasar). Mi percepción es que muchos peatones confían mucho de la maniobra que hará el conductor para no hacerles daño y yo, desde el punto de vista del que maneja, les digo que es una decisión peligrosa. He oído a peatones decir que “el carro tiene que parar” y cruzan despacio como desafiando al conductor. Solo le digo que no es sensato, no sea ingenuo.
Si usted es conductor y cree que estas recomendaciones no le tocan, al menos tenga claro que dan pronto bajamos del carro, los conductores somos peatones, incluso más imprudentes por cierta falta de práctica.
Basado en todo esto mis recomendaciones iniciales son:
1. No se baje de la acera a esperar que haya espacio para cruzar la calle: veo a peatones ya sobre la calzada listos a correr. Confían en que el conductor alejará su vehículo del borde. Pero el peatón que hace esto no sabe si el conductor está distraído y no lo vio, si va oyendo música a todo volumen (limita la capacidad de análisis y reacción), si va hablando por celular, si va peleando con la esposa… Sí, entiendo que los conductores no debemos hacer eso mientras manejamos pero lo hacemos. Y el que más pierde en caso de accidente es el peatón. Y su familia. El conductor se va a la cárcel pero usted ya ha muerto y la prisión del otro no lo resucita.
2. Similar al anterior, cuando aguarde sobre la acera no lo haga en el borde. Las razones son las mismas pero puedo añadir que el conductor podría de repente hacer una maniobra para evitar otro carro o peatón y perder el control.
3. Haga contacto visual con el conductor. A los que manejamos nos ayuda saber que el peatón ya nos vio. A veces los peatones se acercan a la calzada mirando hacia otro lado y no sabemos si se van a lanzar sin mirar o no. Al hacer contacto visual usted también puede observar comportamientos erráticos o descuidados del conductor.
4. Por la misma línea. Busque cruzar por sitios sin obstáculos a la visión como árboles o jardineras. Si usted no ve bien los carros los conductores mucho menos lo verán a usted.
5. Vístase de colores vivos. Lo ideal es que usara elementos reflectivos como los ciclistas pero sé que el “lucir bien” hace eso muy difícil. Pero en las noches los colores oscuros, la lluvia, la mala iluminación de las calles y los ojos deficientes de los conductores hacen que usted, como peatón, sea invisible. Es en serio. He detectado peatones por sus medias blancas, más que por otra prenda. Y si definitivamente considera que el negro es su color sea consciente que los conductores no lo ven y tome precauciones adicionales.
Hay otras que ya no tiene que ver con el exceso de confianza, solamente, sino con cierta prudencia y alerta que debería observarse. Por último, recuerde cómo es el sistema de otorgamiento de licencias de conducción en Colombia y reconozca que muchos de los que manejamos no deberíamos estarlo haciendo.
6. De caridad, suelte el bendito celular. No cruce una calle hablando o chateando. Enfóquese, espere 10 segundos y continúe al otro lado. O termine antes de cruzar.
7. Cuando lleve niños sea muy cuidadoso. De verdad, por favor, busque un semáforo o ayuda de un policía (buen chiste éste, lo sé). Si lleva el niño cargado su movilidad está limitada y complicada. Si lleva el niño de la mano él no sabe lo que usted va a hacer ni tiene la experiencia suya. Puede tropezarse, soltarse, asustarse. Por favor, tenga cuidado con eso.
8. A muchas personas les da miedo cruzar las calles, es razonable. Sin embargo trate de no dudar cuando lo haga. Actúe con decisión porque un peatón indeciso nos hace dudar también a nosotros, frenar por instinto y hasta causar un accidente en el cual puede terminar usted arrollado.
9. Esté alerta de su situación. No solo mire el carro que se acerca, conozca o anticipe lo que van a hacer otros carros, y otros peatones. Esto le permite suponer sus movimientos y, por ejemplo, evitar estrellarse en mitad de la calzada con otro peatón que corre como usted pero en sentido contrario. O podrá evitar vehículos que vienen de otra calle a tomar la calzada que usted cruza y están pendientes de los vehículos y no de los peatones que se le atravesarán
10. Nunca cruce delante de un carro que está detenido, especialmente camiones o buses que no le dejan ver lo que se acerca por el otro carril. Y si el tránsito está completamente parado tenga cuidado de las motos que maniobran imprudentemente entre las filas de vehículos.
Posiblemente hagan falta recomendaciones importantes. Para empezar, este decálogo dice mucho de lo que siento cuando voy manejando. Compártalo reenvíelo, haga lo que quiera con él. Por favor trate de citarme si lo mejora en su blog.
Comentarios
A mi papá lo atropello un carro mientras llamaba desde un telefono publico en frente del apartamento de mi mamá..."afortunadamente" lo atropello de ultimo, eso y el poste del telefono le salvaron la vida....jamas son suficientes las precauciones...como dice la sabiduria popular...lo mejor es no dar papaya.
Un abrazo.
:D
Galo, gracias por el halago. La idea hace tiempo es volver a escribir algo largo y pensado, así fuera quincenal. A ver si lo logro.
Madame web, gracias. A veces, como en el caso que cuentas, ni siendo uno un peatón precavido está exento de sufrir por las barbaridades de los otros