La otra noche soñé que jugaba banquitas en una calle cualquiera de Bogotá y uno de mis contrarios era Gabriel García Márquez. En una magistral jugada le hice un sombrerito al famoso escritor y fue tanta la dicha que pensé: para qué jugar más después de esa belleza. Y dejé de hacerlo mientras comentaba a los otros que yo nunca lograría construir metáforas como las de Gabo pero él nunca podría hacer jugadas como las mías.
En realidad prefiero igualar sus metáforas a que él logre hacer jugadas de fútbol que yo sólo puedo en los sueños.
En realidad prefiero igualar sus metáforas a que él logre hacer jugadas de fútbol que yo sólo puedo en los sueños.
Comentarios
Que agradable sueño, y entretenida locura.
Un abrazo.