Sin esperármelo, el otro día recibí por twitter un mensaje directo de @darlingzambrano preguntándome si quería ir al lanzamiento de un producto que produjo la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Una caja conmemorativa del cumpleaños 45 de la orquesta; 3 libros y un CD de audio. Esa invitación sacó del fondo de mis neuronas con más telarañas el recuerdo de una época en la que por varios motivos llamaba la más feliz de mi vida en la que se mezclaba el teatro, la música, los cuentos, la escritura, los amigos (las amigas) y otra serie de sucesos que me llevaron a calificarla como tal. Estudiaba Farmacia en la Universidad Nacional de Colombia y de esa vida universal, que solo pocas universidades colombianas tienen, hacía parte el concierto en la tarde sabatina de la filarmónica. En el León de Greiff, en las manos, dedos, pulmones y labios de los músicos conocí algunas de mis obras favoritas de música clásica. Grandes sorpresas que desconocía cuando veía el programa publicado en carteles ...